miércoles, 4 de marzo de 2009

SALIDA DE CASTELLANO. ACTIVIDAD 2.

El sol iluminaba intensamente la montaña,
día tras día, hora tras hora.
Al mismo ritmo que el silencio
pasaban rápidamente las horas.

Las hojas de los árboles teñían el cielo.
El color moreno de sus bellos cabellos
envolvía con delicadeza mis viejos recuerdos.

No había lugar para la nostalgia,
no había lugar para el olvido.
No quiero pensar que seria de mí
si ella no estuviese en mi camino.

Cada día, derramando brutalmente belleza,
el monte demuestra parte de su grandeza.
La montaña me protege y me vigila.
Con ella, estaré el resto de mis días.

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